Gran parte de lo que estás experimentando en tu vida hoy es un resultado directo de las semillas que has estado plantando. El principio de sembrar y cosechar se estableció en la creación. En Génesis 1:12, leemos: “La tierra produjo vegetación: toda clase de plantas que dan semilla, y árboles que dan fruto con semilla. Sus semillas produjeron plantas y árboles de la misma especie. Y vio Dios que era bueno”.
Si comprendes este principio y lo aplicas en su sentido positivo, te dará poder y te hará prosperar. El pastor dijo: “Somos agricultores” y lo que plantamos continúa produciendo según su especie, al igual que las semillas en un jardín. Una sola semilla producirá un manzano, y ese árbol continuará produciendo manzanas con semillas en ellas para siempre. ¡Las semillas se reproducen exponencialmente e incluso producen para las generaciones futuras!
Este principio es una gran noticia si has estado plantando buenas semillas, pero una mala noticia si has sembrado semillas que están dañando tu vida. Sin embargo, el pastor nos trajo esperanza al enseñar que, independientemente de las semillas que hayamos plantado en el pasado, podemos declarar que esas semillas fueron desarraigadas y comenzar hoy a plantar buenas semillas para el futuro.
Ya sea que estés sembrando financieramente, sembrando tu tiempo en el servicio, siendo un amigo o tomando decisiones saludables, el principio sigue siendo el mismo: tu semilla siempre producirá según su especie. El pastor compartió un testimonio personal de cuando él y Kara estaban recién casados y tenían un presupuesto ajustado. No tenían suficiente dinero para unas vacaciones, así que decidieron aplicar el principio de Dios de sembrar y cosechar. Le dieron $500 a otra pareja para una escapada de fin de semana. Desde entonces, ¡nunca les han faltado vacaciones! Han recibido muchos viajes increíbles: visitas a Kenia, Sudáfrica y Hawái; la cosecha de esa semilla continúa multiplicándose. Dios cuida la semilla, hace lo imposible y hace que todo lo que siembras crezca.
Cuando siembras financieramente, no solo estás invirtiendo en el reino, sino que estás demostrando tu confianza en Dios. Al igual que un agricultor que planta una semilla y no lamenta su pérdida, confiamos en que Dios cuidará de nuestra semilla y, con el tiempo, Él traerá la cosecha. El agricultor cuida la semilla, esperando con expectación que llegue el fruto; de manera similar, cuando damos, confiamos en Dios y creemos que Él traerá el aumento.
El pastor nos recordó que se necesita trabajo diligente para obtener la cosecha. Tenemos que salir y recoger el fruto. Pero la cosecha no es un evento de una sola vez, ¡nuestra semilla seguirá reproduciendo un huerto entero de árboles frutales con fruto continuo!
El pastor dijo: "No vives de lo que ganas, sino de lo que siembras". El Dios de la Abundancia quiere hacernos llegar Sus bendiciones y es por eso que estableció este poderoso principio. Todo lo que el pastor ha recibido en su vida, dijo, ha llegado a través de la aplicación de esta ley de la naturaleza.
Para profundizar en este principio que cambia la vida y produce abundancia, haga clic aquí para ver el mensaje completo del pastor.
“Mientras la tierra permanezca, habrá sembradío y siega.” – Génesis 8:22