“Los hijos maduros de Dios son aquellos que son movidos por los impulsos del Espíritu Santo. Y ustedes no recibieron el “espíritu del deber religioso”, que los llevó de nuevo al temor de nunca ser lo suficientemente buenos. Pero han recibido el “Espíritu de plena aceptación”, que los envuelve en la familia de Dios. Y nunca se sentirán huérfanos, porque cuando él se levanta dentro de nosotros, nuestros espíritus se unen a él para decir las palabras de tierno afecto: “Padre amado!”
– Romanos 8:14-15 (TPT)
Esta semana, el pastor Ben compartió un poderoso mensaje sobre conocer nuestra identidad en Cristo: comprender que no solo somos aceptados por Dios, sino completamente amados, elegidos y favorecidos: ¡Su hijo favorito! Cuando comenzamos a vernos como Él nos ve, entramos en nuestro verdadero destino y propósito.
Desde el principio en Génesis, el enemigo ha estado atacando la identidad: mintiendo, robando el propósito y desviando los destinos. El pastor Ben nos recordó que cuando no sabemos quiénes somos como hijos o hijas favorecidos de Dios, es fácil caer en los engaños del enemigo y conformarnos con menos de lo que Dios quería. Usó el ejemplo de estar debajo de una pila de ropa sucia y no poder levantarse por encima de ella.
El pastor compartió la historia de José, en Génesis 37, quien nunca perdió de vista su identidad. Sabía que era el hijo favorito de su padre y se aferró al sueño que Dios le dio, sin importar lo que sucediera. Aunque soportó la traición, la esclavitud y el encarcelamiento falso, nunca dejó de lado la verdad de que era profundamente amado por Dios y el hijo favorito de su padre. Por eso, sirvió con excelencia en cada etapa de su vida y siguió ascendiendo hasta la cima, hasta el día en que se cumplió el sueño y el propósito de Dios para él.
Cuando realmente conocemos nuestra identidad, entendemos por qué fuimos creados y confiamos en que el plan de nuestro Padre para nosotros siempre es bueno y se cumplirá en nosotros.
El pastor Ben dijo: “Fuiste creado de manera única, nadie más es como tú. Puedes llegar a las personas de una manera que nadie más puede”. El pastor Ben también dio un estímulo especial a quienes sienten que es demasiado tarde para tener un impacto. Compartió que los estudios muestran que la década más productiva de la vida de una persona es entre los 70 y los 80 años. Cuando has pasado años bebiendo de los ríos de agua viva, el fruto más dulce llega en tu madurez. Dios aún no ha terminado contigo!
Nuestra identidad no se encuentra mirando hacia atrás, a nuestro pasado, a nuestros padres terrenales, a nuestras victorias o a nuestros fracasos. Se encuentra mirando hacia arriba, a nuestro Padre perfecto. Lo único que importa es lo que Él dice sobre ti.
El pastor Ben concluyó con este poderoso desafío: comienza a creer que eres el favorito de Dios. Cuando lo hagas, verás que todo cambia a tu alrededor. A ninguno de nosotros nos gusta estar cerca de personas que simplemente nos toleran, pero cuando sabes que eres el favorito, no hay ningún lugar en el que preferirías estar!
Este mensaje es muy importante; es posible que desees verlo una y otra vez hasta que lo creas. Cuando lo hagas, cambiará tu destino!
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