“Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.”
1 Pedro 2:9-10
Continuando con su serie sobre la identidad, el pastor Ben compartió una verdad poderosa: Eres único, creado para un llamado específico, y tu llamado está directamente ligado a tu identidad en Cristo. Enfatizó: “Si no conoces tu identidad en Cristo, no podrás cumplir con tu llamado”.
Ilustró esto con la historia de Moisés. Mientras los israelitas vivían en esclavitud, Moisés fue criado como un miembro de la realeza en el palacio. Solo alguien con una identidad real podía estar en condiciones de rescatar a los que estaban en esclavitud. Lo mismo es cierto para nosotros: nuestra capacidad de asumir nuestro llamado comienza con la comprensión de quiénes somos realmente en Cristo.
No eres lo que haces; eres quien Dios te creó para ser.
El pastor Ben nos desafió con una pregunta sobre el mensaje de la semana pasada: “¿Qué tan bien estás creyendo que eres el hijo favorito de Dios? ¿Sientes que esa verdad es real para ti?” Cuanto más cómodo te sientas con esta verdad, más alinearás tu identidad con lo que Dios dice sobre ti. Esta verdad debe convertirse en una segunda naturaleza para poder caminar plenamente en tu identidad y llamado.
Hay tres pasos para la revelación de tu identidad en Cristo:
1) Descubrimiento de la identidad: reconocer que eres único, profundamente amado. Eres el hijo favorito de Dios. No hay nadie más como tú.
2) El viaje de la identidad: preguntarte:
- Qué creía antes sobre mí mismo?
- Qué creo ahora?
- Qué necesito creer para alinearme completamente con
lo que Dios dice sobre mí?
El pastor Ben explicó que cuando aceptas tu identidad como el favorito de Dios, todo cambia:
"Significa que puedo estar en paz conmigo mismo, sin comparar mi vida con la de los demás, sus posesiones, logros o apariencia. No tengo que demostrar mi valor porque me he reconciliado con Dios, y eso me da verdadera paz. Mi único objetivo es convertirme en la mejor versión de mí mismo. Nunca fui llamado ni equipado para ser otra persona, ¡solo yo!".
Continuó: "La única manera de convertirte en la mejor versión de ti mismo es a través de una relación con el Fabricante, tu Creador. Cuando consideras que Su opinión sobre ti es la verdad más alta, ya no cuestionas Su amor, Su aceptación o tu valor, vives de ello".
La religión dice que tienes que trabajar para obtener la aprobación de Dios, pero la gracia dice que ya la tienes. Cuando no conoces tu identidad en Cristo, te esforzarás por ganarte el amor de Dios. Pero cuando sí sabes quién eres, vives desde un lugar de descanso, seguro en tu identidad como Su hijo favorito. El pastor Ben dijo: "La diferencia es astronómica!
3) La evolución de nuestra identidad: a medida que crecemos en nuestra relación con Dios, nuestra identidad madura:
- De conocerlo solo como nuestro Salvador a rendirnos
a Él como nuestro Seňor
- De ser un siervo de Dios a convertirnos en
su colaborador
- Y, en última instancia, a caminar en el lugar más
alto de intimidad: ser llamado amigo de Dios
Nuestra percepción de Dios y la cercanía de nuestra relación con Él, dan forma a cómo leemos Su Palabra y percibimos su verdad.
Así como Moisés tuvo que comprender su identidad como realeza antes de poder liberar a los israelitas de la esclavitud, debemos comprender plenamente que ya no somos esclavos del pecado. Somos un sacerdocio real, elegido y aceptado por Dios, Su hijo favorito, luego, desde ese lugar de libertad y paz, podemos ayudar a otros a liberarse también de la esclavitud y la servidumbre al pecado.
Hay mucho más en este poderoso mensaje! Haga clic aquí para ver el sermón completo.